domingo, 24 de octubre de 2021

Lección 82, Cuarto Grado, Primera Orden

 Cuarto Grado Primera Orden "Filósofo":

"El Fin de los días"


Estamos viviendo el fin de los días y no es que seamos un profeta agorero o un fanático ignorante.


Todos los días de la Vida son el Fin de los días para alguien porque le ha llegado la hora de partir. Hay momentos de la Historia que han sido el Fin de los días para poderosas civilizaciones que fueron aniquiladas y ha habido un Fin de los días para humanidades que fueron devastadas como consecuencia de cataclismos naturales. Siempre, hoy, este momento, es el Fin de los días para algo o para alguien.


El Fin de civilizaciones poderosas, grandes imperios e incluso humanidades enteras, se han producido durante los cientos de miles de años que el Ser Humano lleva hollando el suelo de éste Planeta.


Las supuestas profecías bíblicas fueron redactadas para que fuesen cumplidas en un breve plazo de tiempo y, en cierto modo, se cumplieron con la invasión de los pueblos bárbaros del norte de Europa y la aniquilación absoluta del Imperio Romano; no obstante, siempre hay apologetas e intérpretes que pretenden convencernos de que aquellas profecías bíblicas, no solo no se cumplieron sino que eran predicciones para ser cumplidas en nuestro tiempo. Cada fin de siglo, cada fin de milenio e, incluso, cada fin de década resurgen los predicadores agoreros profetizando el fin de los tiempos; pero ¿que fin de los tiempos?, ¿una destrucción planetaria acaso?. Eso ya ha sucedido en muchas ocasiones y humanidades avanzadas tecnológicamente, en el pasado de la Tierra, fueron fulminadas, aniquiladas. ¿El fin del Imperio Norteamericano, quizá?. Son muchos los imperios, de larga duración, que terminaron su hegemonía para ser reemplazados por tribus bárbaras y que, a la postre, terminaron convirtiéndose, ellas mismas, en grandes imperios que, invariablemente, terminaron desapareciendo para ser sustituidas por nuevas hegemonías. No, el Fin de los días, como dijo Jesús, vendrá como ladrón en la noche, nadie lo esperará y todos serán sorprendidos. Del mismo modo que el final natural de una vida humana es impredecible. Es por ello que todos, como las viudas de la parábola, deberíamos de mantener nuestros candiles encendidos por si acaso, porque nadie sabe ni el día ni la hora de cuando acontecerá el fin de los días porque, aunque el Hombre es quien propone, Dios es el que dispone.


En las últimas décadas e inclusos siglos, estamos siendo espectadores de hechos derivados de profecías autocumplidas y me preguntaréis qué es eso. Pues son guiones redactados por un Grupo de Poder, que se mantiene en el Tiempo mediante férreas genealogías, para que lleguen a ser cumplidas en momentos más o menos determinados. No estamos hablando de verdaderas profecías sino de intrigas planificadas a largo plazo para que determinados acontecimientos puedan llevarse a cabo; es decir, cumplirse. Un caso típico, aún no llevado a cabo, sería la reconstrucción del Templo de Jerusalén, que se levantaría tras la diáspora y el regreso del Pueblo de Judá a las tierras de Palestina y de donde el Imperio Romano lo expulsó en su día. 


Existen grupos de Poder dirigidos por el Movimiento Sionista, que implica tanto al mundo anglosajón, como a gran parte del Mundo Protestante y a los propios judíos, tanto semitas como jázaros asquenazi, que siguen un minucioso plan trazado para hacer que esas falsas profecías, planes más bien, puedan llegar a buen puerto, se cumplan, dirían y se alcen alabanzas al Señor pues su Palabra ha sido cumplida. Espero que puedan entender de qué va la cosa; de todo, menos de profecía, es decir de planes a largo o muy largo plazo cuyo pebetero viene siendo alimentado, a través de los tiempos, gracias a antiguos linajes de gran abolengo y de sociedades secretas creadas para tal fin.


Por lo tanto, queridos amigos míos, cuando vuelvan a escuchar que el Fin de los días está cercano desconfíen porque están intentando engañarle; pero no obstante, aún desconfiando de los agoreros, de nuevo, como las viudas de la parábola, mantengan las lámparas encendidas pues el verdadero fin de los días puede llegar cuando menos


se lo espere y, al menos, que nos pille preparados para enfrentarlo con valentía, dignidad y sin algún sentimiento de culpa.


Aralba Pensator Minister (Frater RC)