sábado, 23 de octubre de 2021

Lección 65, Cuarto Grado, Primera Orden

 "La Dialéctica y el prolífico ego"


Quienes sepan de qué trata "La Voz del Silencio" comprenderán que la forma más corta y sencilla de llegar a la Gnósis, es entrar en un estado de profunda meditación, acallando el caótico ruido de los pensamientos de los egos, la Personalidad. 


Decimos egos y no Ego porque nuestra Personalidad, como ya hemos visto en otros trabajos, está constituida de múltiples egos jerarquizados que funcionan en modo colmena.


Lo que acabamos de indicar en el anterior párrafo, lo utilizan algunos ignorantes como piedra arrojadiza para acusar a aquellos que tienen el deber contraído de divulgar las claves para la Iluminación Espiritual, de charlatanes ególatras.


Al principio, uno tiene que luchar contra los propios complejos. No, no deseo que alguien me considere un charlatán, se dirán. El problema de todo ello es que no se puede contentar a todo el Mundo. 


Si callas lo poco que conoces, estarás pecando por omisión y si hablas en demasía, estarás complicando la comprensión del mensaje. Por lo tanto, hay que llegar a una suerte de término medio y mantenerse ahí como lo hiciera un perfecto equilibrista.


La acusación que más veces escuchamos es que se tiene un ego muy grande y que por ello se encuentra uno atrapado en el Mundo Dialéctico. Todo esto son cosas bastante absurdas, como comprenderán, a continuación, nuestros queridos lectores. 


En primer lugar, no podemos librarnos de la Dialéctica. Vivimos en un Mundo cuyas leyes son todas bipolares. La Dialéctica es la esencia de la Naturaleza, de nuestro Mundo y de la propia existencia. Aquí, nada que no sea dual puede existir.


En segundo lugar, la Personalidad, los egos, el ego, por abreviar, es el habitante natural del Universo dialéctico. Si matas al ego matas a la persona y el Ser estaría completamente autista. Tener ego es una condición imprescindible para que el Ser pueda vivir y tener experiencia en éste Mundo.


Quienes escribieron los libros sagrados, de todo el Planetas, fueron los egos de seres humanos, ya fuesen hombres o mujeres. Es el ego quién aprende a leer, hablar y escribir y es el ego el que aprende a transmitir mediante la palabra, ya sea hablada o escrita, el conocimiento que le es transmitido por el Ser Interno. El ego es, en definitiva, la correa de transmisión del Ser o Espíritu Humano.


Una cosa es cierta, no todos los egos son iguales. Unos van a su bola y de forma caótica, mientras que otros han terminado comprendiendo su verdadera función de correa de transmisión y, como un buen caballo domesticado, transmiten con rigor y fidelidad las órdenes del Espíritu, su Amo. 


Es por ello que, nunca nos cansaremos de repetirlo, al ego no hay que destruirlo, matarlo o desintegrarlo; ni tan siquiera domesticarlo por la mera fuerza. El ego debe de reconocer su verdadero status y ponerse al servicio, como la herramienta que es, de su Espíritu eterno e inmortal; que, en definitiva, es el verdadero Ser.


Conociendo lo anterior, es estúpido señalar con el dedo a alguien y decirle "Tú hablas mucho", "Estás atrapado en la Dialéctica". Tú, ¿quién eres para juzgar a nadie? Cuídate de tí mismo porque no tienes ni idea del por qué tus semejantes actúan de una o de otra manera. 


Es posible que a quien tú acusas de charlatán ególatra esté siguiendo las directrices de su Ser Interno. Ciertamente hablar por hablar y llenar páginas de letras encadenadas puede ser un ruído insoportable para las personas que desean mantenerse en el silencio. Eso tiene una fácil solución, no escuches, no leas y abstente de juzgar el trabajo de quienes tienen que hablar y escribir.


Para ponerse a escribir y a hablar, hay que haber superado el sentido del ridículo primero y aprendido unas pocas técnicas de comunicación después. Eso es trabajo de muchos años y de mantener una vocación innata. Adquirir conocimiento puede resultar sencillo; pero no es tan fácil el poder transmitirlo a terceros.


Una Información puede ser transmitida de diversos modos. De forma resumida y entendible, de forma más extendida y detallada o de forma mucho más extensa y adornada de retórica innecesaria. Estaríamos ante un mismo trabajo; el primero, constituido de un folio, el segundo de cien a trescientas páginas y el último de seiscientas a más de mil. La diferencia es que mientras más páginas, más tiempo nos llevará su lectura e interpretación. 


El resumen tendría poca paja o ruido, el ensayo llevaría el ruido justo para ilustrar el trabajo y el tercero sería lo que se denomina un mamotreto indescifrable. Éste último sistema es el que suelen utilizar los escritores profesionales para desarrollar sus extensos tratados y novelas.


Respecto a la información, a transmitir, procedente de los planos internos, tenemos una facilidad y una complicación simultáneas. La facilidad es que la Gnósis es un sistema binario de extrema simplicidad aunque de difícil comprensión para aquellos que no han alcanzado un mínimo de Iluminación. 


Aquí, en éste último término, es donde encontramos la complicación y por el que los divulgadores de los planos internos tenemos que mostrar a nuestros escuchantes o lectores, diferentes puntos de vista, a modo de sucesión de fotografías, desde diferentes ángulos, con el fin de que alguna de las perspectivas pueda casar con la percepción de los alumnos y, así, facilitar el proceso de Iluminación mediante ideas clave.


El Ego, como instrumento del Ser, tiene que usar las herramientas que tiene a mano, el lenguajes es una de ellas junto a las técnicas artísticas, con el fin de transmitir la información que el Ser desea que se conozca. Que eso se consiga o no, depende de la naturaleza y formación dialéctica del ego así como de su público.


Es un error tratar la Dialéctica como una especie de infierno y al ego como a una suerte de Demonio. La Dialéctica es el escenario que tenemos a mano y en el que nos tenemos que desenvolver. El Ego es el Personaje que usa el Ser para mostrar la Gnósis a su Público, sus espectadores.


Bien, dicho todo lo cual, aún usando el chillón ruído del lenguaje dialéctico, la Información ha surgido del más estricto de los silencios y el ego es el único, en éste Mundo, capáz de traducirlo y manifestarlo.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C