domingo, 24 de octubre de 2021

Lección 73, Cuarto Grado, Primera Orden

 Cuarto Grado Primera Orden "Filósofo":

"Sin miedo a la Muerte"


La Muerte no existe


En el transcurso de la Historia se han escrito ríos de tinta acerca de la Muerte. Se la ha dibujado de muchos modos; desde un esqueleto con guadaña a algún tipo de entidad demoníaca. Desde un ser oscuro y sin rostro hasta uno amable y sensual; pero os puedo asegurar que nunca, nunca, alguien vio a la Muerte.


Pero la gente se muere, Don Antonio.


La Gente, como entidades, no mueren solo cambian de cuerpo, del mismo modo que las serpientes cambian de camisa o las orugas se transforman mariposas.


Lo que conocemos como Muerte, no es otra cosa que un estado transitorio, fuera del Espacio Tiempo, y que transcurre en el instante en que el Ser abandona un determinado Cuerpo, el del fallecido, y toma otro Espiritual e Invisible, que no puede ser percibido en nuestro Plano existencial.


Nuestro Ser está encadenado, por un tiempo limitado, a éste Cuerpo constituido de átomos, moléculas y células; pero éste cuerpo, no somos nosotros sino, tan solo, nuestra manifestación visible y tangible en este Plano de manifestación. Pues bien, al encontrarnos atados a éste Cuerpo, también estamos limitados a sus percepciones y experiencia. Estamos limitados a unas suerte de domo experiencial, fuera del cual no podemos ver nada.


Pues bien, los grandes licenciados y doctores del domo, suelen hablar de todo. Dicen conocer de todo y su Palabra, avalada por la oficialidad, suele ser tomada por definitiva información científica; pero, en el fondo, no saben una mierda, pues todo su conocimiento proviene de lo que se puede percibir o estudiar desde el interior del Domo. Ya sabéis, el Plano existencial.


Ellos, esos supuestos sabios titulados por el Estado y avalados por reyes o políticos que saben aún menos, nos dicen que la Muerte es el final de todo y que más allá del Domo no hay nada más. Por lo tanto, según dichos ignorante eruditos en el Domo, jamás volveremos a ver a nuestros seres queridos y que no se solo se fueron de nuestro lado para siempre sino que desaparecieron y ya no son más. La Ignorancia más absoluta habla por sus bocas y se muestra bajo la tinta de sus plumas.


Cuando alguien desaparece de nuestras vidas nos deja su traje, su cuerpo muerto, para que hagamos con él lo que queramos. Quemarlo, enterrarlo o modificarlo. Es igual dado que ese vehículo siniestrado de forma definitiva, cumplió con su objetivo de vehículo para un Espíritu y ahora ya no es necesario porque se volvió inservible.


El Ser, libre de las cadenas del Cuerpo material ha recuperado su poder y puede ver a sus seres queridos llorando en su funeral, aunque a él no se lo pueda ver. Eso es así; pero el Ser que ha transitado ni puede ni quiere interferir en la suerte de los congregados alrededor del Cuerpo fallecido.


En realidad, somos nosotros, los que nos consideramos los vivos quienes estamos limitados hasta puntos insospechados. En realidad se podría decir que estamos como en un coma mortal y que, solo tras la muerte, es que comenzamos la Vida de verdad. Una vida que ya disfrutábamos antes de venir al Domo y ocupar nuestros cuerpos y una vida que continuará después de que los hayamos abandonado.


Nuestros seres amados estarán siempre a nuestro lado, tanto aquí, en éste Domo espacio temporal, como después, cuando lo hayamos abandonado; de hecho, son nuestros seres queridos quienes, tras la transición, vienen a darnos la bienvenida y a abrazarnos con todo su Amor.


No te dejes engañar por los comatosos muertos ignorantes que solo creen que existe el Domo y que más allá de sus fronteras materiales no hay nada. Mantén la Ilusión y Esperanza en una Vida después de la Muerte, porque esa es la Verdad y, por otro lado, nada tienes que perder, pues la ilusión y la Esperanza seguirán manteniéndote vivo y luchador. Una vez que hayas transitado recordarás estas palabras escritas y me sonreirás en la lejanía; pero si no fuesen ciertas, tampoco habría de qué preocuparse pues alguien que ha dejado de existir para siempre tampoco posee algún tipo de consciencia que pudiese frustrarse.


En estos días de tanta tristeza, que estás, mis palabras, te acompañen en el Sentimiento y te proporcionen fuerza para seguir luchando hasta que puedas ver y abrazar, de nuevo, a tus seres amados.


Aralba Pensator Minister (Frater RC)