Cuarto Grado Primera Orden "Filósofo":
"De Animales y Hombres"
Entre señores, vasallos, sirvientes y esclavos
"Un día vino un primo y vió con la bondad y lujos con el que trataba a mis esclavos.
¡Oye primo, me dijo, creo que te estás pasando con ellos y jamás te lo agradecerán!
Otro día vino un pariente lejano y al ver con la suma austeridad que trataba a los esclavos.
¡Oye pariente, me comentó, con el trato que das a tus esclavos jamás te serán productivos y se te volverán gandules.
Pasado un tiempo se me presentaron, juntos, mi primo y el pariente lejano y se quedaron pasmados al ver la productividad de mis trabajadores y me dijeron:
¿Como haces para que tus esclavos trabajen tanto si no hemos visto sus viviendas, ni comedores ni asistencia sanitaria alguna?, ¡Es Increíble!
Queridos primo y pariente lejano, viendo que hiciera lo que hiciese no acertaba con vuestros criterios, decidí hacerles creer que eran libres y les proporcioné un sueldo a cada uno, según su trabajo realizado. Ahora, sin serlo, se sienten libres, ellos costean su alojamiento, sus estudios y sanidad. Si me gandulean o no me sirven los despido. Sin saberlo, se han convertido en esclavos de sí mismos y yo solo debo de preocuparme porque sean productivos y consigan los beneficios que requiero"
Dentro del ámbito del esoterismo, quisiera recordarles que esto es un mero Colegio para aprender a auto recordar, está muy extendida la idea de que los animales son seres inferiores y que no poseen un Alma Personalidad propia y que se rigen por ciertos espíritus de Grupo. Nos da lo mismo quién fuera el primero en divulgar esta idea "magistral"; pero lo cierto es que se ha venido transmitiendo con cierta fidelidad pese a su solemne inexactitud.
Los animales jamás serán humanos del mismo modo que las personas jamás seremos arcontes. En nuestro Plano de existencia, cada Especie se encuentra en su escalafón experiencial correspondiente y, por lo tanto, posee las características y peculiaridades para su propio desarrollo y que está marcado por su propio Destino. No, los humanos jamás fuimos perros, como los perros jamás serán humanos porque el evolucionismo darwinista, travestido a teosófico, no corresponde con algo que pudiera ser estudiado en la Memoria del Universo.
Como ya estudiamos en anteriores lecciones, la Plenitud es un océano espiritual y cualquier cosa que se mese en su océano es Espíritu. Los seres humanos, cada unos, posee su espíritu, como cada planta, animal, microbio o cristal. Todas las cosas de nuestro Plano Dimensional posee su propia Alma. Unas poseen unas Almas más grandes, otras más diminutas y la mayoría mucho más pequeñas, en magnitud: pero ninguna de ellas es diferente en cuestión de Calidad. Cada Ser vivo o "inanimado" posee el alma que cada uno necesita para desarrollar su labor en el Universo. Se trata de una arrogancia estúpida el que los humanos nos consideremos superiores a algo o, de supina ignorancia, el que nos consideremos inferiores a las fuerzas de la Naturaleza que no dejan de ser otra cosa que mera programación aritmética; es decir, datos sin vida y existencia particular.
Desde siempre se nos ha condicionado para creer que la esclavitud es algo perteneciente al pasado; pero lo cierto es que, en éste Mundo no existe otra cosa que la mera ilusión de un determinado grado de Libertad. La esclavitud, el vasallaje y la servidumbre son tan antiguos como la Humanidad. Los reos de guerra se consideraban parte del botín y podían comprarse y venderse, en lugar de ser pasados a cuchillo; pero también ha existido aquella otra esclavitud voluntaria y consentida para ponerse a salvo bajo la autoridad de algún Señor Poderoso. Toda esclavitud estaba sujeta a algún tipo de contrato y cada Señor poseía el privilegio de revocarlo o perpetuarlo a conveniencia y dependiendo del resultado de la mutua relación..
Del mismo modo que hoy en día, con los empresarios, había señores malos y psicópatas, del montón y sin empatía alguna hacia sus esclavos o señores que terminaban empatizando con su propiedad, entablando algún tipo de amistad con ellos, e incluso terminaban por liberarlos y proporcionarles algún tipo de propiedades y privilegios ciudadanos. Hoy en día, raro es aquel que crea que la mayoría de la población mundial aún es esclava; pero los hechos son tozudos y nos demuestran, cada día, que la esclavitud, aún hoy, es una realidad evidente. Ciertamente una esclavitud consentida por conveniencia; pero, en tanto en cuanto, no podemos decidir por nosotros mismos, abandonar una Empresa para trabajar en otra, al minuto siguiente, no somos libres. Nadie puede abandonar una Empresa y comenzar a trabajar en otra sin antes cumplir una serie de requisitos sin sufrir una grave penalización económica. Sin embargo, a día de hoy, poner en la calle a un trabajador o a un empleado, para un Empresario, es algo simple y bien barato. Quién, después de esto, piense que la esclavitud es cosa del pasado, se encuentra en un grave error, vive en un falso sueño y, a nuestro entender, debería de despertar.
Cada día es mayor el número de científicos que opinan que el Perro procede del Lobo; pero gracias a Dios, el Sentido común aún prima entre algunos importantes investigadores. la Memoria del Universo demuestra que hubo diversas razas de perros, emparentadas con lobos, chacales y coyotes, no lobos, que se unieron al Ser Humano, de motu propio, cuando era cazador recolector; hará unos 33.000 años. Se considera que en los momentos más difíciles, los perros de origen predador y oportunistas carroñeros aprendieron a convivir, en perfecta simbiosis, con los seres humanos hasta conseguir ese apego e idilio entre especies que todos conocemos.Con el tiempo, ese esclavo canino de lujo, se fue convirtiendo en plenamente dependiente de la inteligencia humana que lo mezcló y lo remezcló con otras diferentes razas de perros e incluso con los lobos. Hoy en día existen razas de perros cruzadas con lobos; pero eso no quiere decir que el Perro venga del lobo europeo como se pretende. La primera auto domesticación de un Perro proviene del Sudeste asiático, Si hoy en día, los humanos nos viésemos obligados a liberar a nuestros perros, la humanidad se encontraría frente a un grave problema, pues estaríamos frente a un competidor directo extremadamente numeroso; pero eso es prácticamente imposible que pueda suceder, dado a los lazos de amor existentes entre los individuos de ambas especies.
Cuando los seres humanos dejan de ser cazadores y recolectores, entre cinco y doce mil años atrás, para convertirse en agricultores, los perros dejan de ser sus colaboradores, en la caza diaria, para convertirse en guardianes de las propiedades, asistentes en la caza de ocio y soldados durante las guerras con otras poblaciones. Es entonces, cuando los gatos del desierto son atraídos por los silos de grano de las ciudades humanas y comienza la relación entre estos felinos y la humanidad; pero volvemos a lo mismo. No ha sido el Hombre quien ha domesticado a los gatos sino que ha existido, por conveniencia, una atracción simbiótica mutua, lo que ha llevado a que un terrible depredador de presas pequeñas se haya convertido en el segundo mejor amigo del hombre y que vive a expensas de los designios de sus supuestos amos. Tanto gatos como perros se han adaptado a vivir de la caridad del hombre, dando a cambio su afecto y compañía.
En realidad, todos los seres del Universo, de un modo u otro, vivimos en una suerte de unidad simbiótica con el entorno cercano; donde, de algún modo, todos dependemos los unos de los otros y cuyas relaciones mutuas pueden conformarse de mil y una manera diferentes.
No debemos de ver a los animales y plantas como seres inferiores que se encontraran para nuestro único beneficio y disfrute, sino como seres libres que han decidido convivir con nosotros en un mutuo beneficio. Ratas y cucarachas nos acompañan en nuestro acontecer diario; pero al no ser consentida su compañía se trata más que de una simbiosis consentida de parasitismo carroñero a combatir. Esa es la única cuestión del por qué a unos animales los consideramos beneficiosos y a otros dañinos. Tanto cucarachas como ratas comían los granos almacenados por los agricultores. Los gatos los buscaron en nuestros dominios y nosotros agradecimos su compañía depredadora como beneficiosa; siendo así que pudimos descubrir a un nuevo compañero inteligente, juguetón y con una personalidad muy peculiar.
No, queridos amigos, no existe un Espíritu de Grupo para cada Especie animal. Los seres humanos somos muy arrogantes y nos consideramos los más inteligentes; pero eso solo es debido a los cuentos chinos que nos han contado las religiones y clarividentes con demasiada imaginación. Esos supuestos espíritus de Grupo no dejan de ser otra cosa que los naturales egrégores que todos los espíritus, cuando se reúnen en grupos, producen. También los seres humanos, como hemos visto, poseen dichos egrégores y se nota mucho en los nacionalismos políticos o en la diferenciación religiosa o futbolera. Ya vimos, en una lección anterior, en qué consisten los egrégores, su parentesco con los arcontes, y cómo se producen. Cualquier ser vivo o cosa palpable posee espíritu, cosa que los egrégores no, dado que solo son un conjunto de algoritmos de programación que están establecidos como los programas en una Computadora.
La esclavitud, queridos amigos es una cosa del pasado; pero también del presente aunque se revista con otros nombres; del mismo modo que, hoy, existen animales dependientes del Ser Humano y que no deberíamos, por su bien, de liberar, también existen seres humanos dependientes de otros seres humanos y que viven en una relación simbiótica de amo-esclavo y donde ambos consiguen sus beneficios mutuos. Por ejemplo, una relación sadomasoquista es consentida y donde el sádico disfruta con el sadismo de su compañero y viceversa. Aunque pueda parecer algo menor, es importante conocer que todos somos uno y que todo se encuentra entretejido conformando la totalidad del Universo conocido.
Es mi parecer, en esta situación, que cada cual consiga su premio y satisfacción en molestar a nadie impidiendo, si es posible, que se produzcan casos de abuso y desigualdad; sobre todo de los más fuertes hacia los débiles. Eso es algo que la Comunidad debería de proteger, sí o sí, respecto a los individuos; pero sin entrar a decidir un cambio de las relaciones personales, consentidas y disfrutadas, sean entre personas, del género que sea, o entre animales y personas como mascota y dueño u amo. Los animales que están con el Ser. Humano están para aprender experiencias de nosotros; pero también para que nosotros aprendamos de ellos, y así es como debemos de ver tanto nuestras relaciones interpersonales como la relación entre nosotros y nuestras mascotas y el resto de los animales.
Por cierto, el cuento del comienzo, en origen, es protagonizado por un Borrico, su Amo y un amigo de éste. Desde luego es un chiste que se diga que el Amo le de una pesetas al burro para que coma y se busque la Vida y así no ser juzgado por su amigo si le da buena o mala vida al animal.
Aralba Pensador Minister (Frater RC)