"Los Arcontes, una de Miedo"
Nos salva del terror más indescriptible nuestra limitada visión del espectro electromagnético. Si nuestra vista fuese más amplia y precisa podríamos observar las terribles sombras que revolotean a nuestro alrededor alimentándose de nuestra Fuerza vital y obligándonos a incubar y dar a luz a sus asquerosas larvas.
Desgraciadamente solo somos ganado para unas misteriosas inteligencias a las que no podemos ver y apenas sentir.
Tan solo en la penumbra más tenebrosa podrás observar, mediante el rabillo del ojo, a tus parásitos devoradores si te giras de forma violenta de un lado a otro.
En nuestra actual situación somos lo más parecido a baterías de energía espiritual inagotable, o de punto cero, que se encuentran prisioneras dentro de unos receptáculos, cuerpos imperfectos, y que les impide acceder a la información necesaria para desarrollar todo su poder.
Cuando se descubre la Verdad se pueden producir dos reacciones, o aterrorizarnos, entrar en pánico al sentir las cadenas que nos atan sufriendo indeciblemente al ver como nuestra energía es ordeñada o armarnos de valor y como los guerreros que somos luchar para separarnos de sus hambrientas fauces; pero no es una guerra al uso sino de desapego, pasotismo si se quiere. Esa actitud nos blinda y hace que sus fauces no puedan hacer mella en nuestro corazón de energía.
Somos nosotros quienes nos echamos en las fauces de los devoradores en la sombra. Ellos no pueden elevar su vibración en busca nuestra sino que hemos sido nosotros quienes bajamos nuestra vibración ante sus falsos cantos de sirena.
Quien siente lo que le está sucediendo; pero desconoce la razón de ello suele moverse en los límites de la locura pues su mente recrea monstruos de terrible poder y a los que no podríamos hacer frente. La verdad es muy diferente, los devoradores en la sombra no poseen poder alguno sobre nosotros; muy por el contrario, con nuestro miedo, somos nosotros quienes los empoderamos a ellos.
Aralba Pensator Minister, Frater R+C