¿Cómo vinimos, por qué estoy aquí, qué hacemos y cuál es nuestra función?

Como vimos, el Pleroma es una Unidad celular en permanente cambio, división y concentración; donde, de continuo, se forman grumosidades que no son otra cosa que burbujas de mayor densidad y menor vibración dentro del Multiverso original y que no son otra cosa que los escenarios construidos por la inteligencia Cósmica donde se desarrollan las interpretaciones teatrales de la multifacética Vida.

Así de aparentemente ingenua y simple es la Cosa. El eterno Espíritu de Adam Kadmón. El único e infinitamente múltiple habitante del Pleroma multiversal es un afamado intérprete Teatral. De continuo se están representando, en los más diversos universos, grumos o escenarios en el Pleroma, comedias, dramas y tragedias.

En el plano de existencia de nuestra realidad, esta verdad ha sido tomada como una simple metáfora de manos de grandes iniciados como Dante o, con alguna posterioridad, por los hermanos que iniciaron y avivaron el Movimiento Rosacruz. No se trata de una metáfora cuando decimos, con la seriedad más absoluta, que en nuestro Mundo, lo que se vive es una simple representación Teatral, donde algunos somos "creemos" intérpretes, otros forman el escenario y algunos pocos solo son figurantes egregóricos sin espíritu propio, a modo de los personajes pintados en los fondos de las antiguas representaciones teatrales.

Todo dentro del escenario está vivo y pleno de inteligencia y consciencia, desde los astros luminosos y materia oscura hasta la más diminuta partícula subcuántica, cuerdas unidimensionales, de las que está formado el etérico y la supuestamente caótica Brana del Plano cuántico. Al contrario de lo que se nos viene haciendo creer, la Inteligencia Cósmica, los dioses y las criaturas constituidas de comunidades de partículas inteligentes, a pesar de ser eternas e inmortales, en absoluto son todopoderosas. La inteligencia, en sus infinitas manifestaciones, es imperfecta, tiene fallos y se encuentra en una circunvalación de constante evolución y adquisición de consciencia en los diversos niveles de existencia.

Dado que en el Pleroma, nuestro Hogar Original, el Hogar de los Espíritus eternos, no transcurre el tiempo, es imposible que se pudieran haber realizado interpretaciones espacio temporales. Es por dicha causa que se crean los grumos o burbujas espacio temporales, dentro del propio Pleroma, como no puede ser de otro modo, pues el afuera no existe, aumentando la densidad y disminuyendo la frecuencia vibratoria.

Justo antes de que se iniciara el Espacio tiempo, es decir la formación de nuestro Universo, Adam Kadmón decidió realizar un experimento, el cual aún no ha finalizado y en el que aún andamos sumidos. La interpretación cósmica más perfecta se llevaría a cabo si los actores penetraban en el escenario con el papel aprendido de memoria; pero dejando atrás, en el propio Pleroma, su eterna e inmortal memoria.

Justo cuando parte del Hombre Cósmico, Adam Kadmón, penetró dentro de la Burbuja de mayor densidad, las células individualizadas de los neutrinos o "midiclorianos" se esparcieron tras una potente explosión, el Verbo, como una fuerza centrífuga, que al frenarse e ir alejándose del origen se fue convirtiendo, por la fuerza gravitatoria de la totalidad de las partículas, en una fuerza centrípeta y así empezaron a formarse las nubes estelares primero, las estrellas y el resto de los astros y planetas después. 

El propio Guion Teatral tomó cuerpo egregórico en forma de los legisladores o arcontes y que no son otra cosa que las fuerzas de la naturaleza que sustentan el Teatro cósmico de nuestro Universo: La Ley de la Gravedad, las leyes del electromagnetismo y las leyes de fuerza atómicas que regentan el mundo cuántico, las fuerzas nuclear fuerte y débil. 

Esos seres etéreos y uno con la materia cuántica o pleromática densificada, dentro de nuestro Universo, son los responsables de que el Universo no colapse; pero también de que permanezcamos prisioneros en él sin poder salir. Ello solo es posible por dos cuestiones principales: El Hombre Original perdió su memoria primigenia y al no conocer su poder no puede dominar su entorno como debiera y, en segundo lugar y más importante, porque se produjo un terrible accidente en el que las partículas unitarias de Adam Kadmón fueron más que divididas desgajadas, rotas, trituradas y esparcidas por el vasto espacio sideral. Debido a ello, el propio Guion de la Obra de Teatro fue dispersado y, nosotros, el propio Adam Kadmón viene reconstruyendo el embarullado puzzle, tanto del escenario como de la representación cómica, a través de un continuo esfuerzo de a prueba y error.

Durante el transcurrir de tantos eones de tiempo galáctico, los legisladores que no son otra cosa, como hemos dicho, que entidades egregóricas constituidas por pensamiento de la consciencia galáctica del Pleroma, del propio Hombre Original; pero sin poseer un espíritu eterno e inmortal, por inducción, fueron tomando una especie de consciencia artificial de su verdadera situación: Que no son nada, o al menos nada eran y nada dejarán de ser una vez que la representación teatral acabe y Adam Kadmón regrese con sus hermanos gemelos al Pleroma. 

Desde el exterior del grumo o Brana que constituye nuestro Universo, las inteligencias del Pleroma, nuestros Hermanos espirituales, nada pueden hacer por restaurar a Adam Kadmón y dado que en su Mundo, el que fuera nuestro también, no transcurre el Tiempo tal y como lo conocemos, en realidad es como si no hubiese transcurrido alguna infinitesimal porción de tiempo.

Es debido a esa toma de consciencia de las inteligencias artificiales conocidas como los legisladores y que en las tradiciones religiosas vienen siendo conocidas como los principados y potestades, ángeles y arcángeles, querubines y serafines, dioses y demonios; que teniendo miedo de desaparecer cuando Adam Kadmón despertase decidieron mantener la función Teatral vigente en una especie de círculo vicioso o bucle que no es otra cosa que la permanente realimentación de un mismo ciclo experiencial hasta el presente. Dicho de otro modo: Se viene representando, una y otra vez, una misma secuencia teatral, sin que se perciba que pudiera haber algún final. "La metáfora más conocida es El Día de la Marmota"

Ello solo lo podían hacer manteniendo dormido a Adam Kadmón impidiendo que las partículas bipolares desgajadas pudieran unirse. Sí, porque cada partícula de nuestro cosmos está dividida en una partícula material y su gemela de antimateria. Solo cuando, al menos, dos almas gemelas, al criterio de Platón, se encuentren será posible la reestructuración del Cuerpo Original de Adam Kadmón haciendo posible su despertar y que éste pueda bajar el telón, cerrar la función y retornar el Grumo que es nuestro Universo, mediante una implosión, al Océano etérico del Pleroma; pero eso, evidentemente, es otra historia que deberá ser contada algo más adelante.

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