En aquel momento se acercaron los
discípulos a Jesús, diciendo ¿Quién es mayor en el reino de los cielos? El,
llamando a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: En verdad les digo que
si no se convierten y se hacen como niños, no entrarán en el reino de los
cielos. Así pues, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en
el reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me
recibe a mí. Pero el que haga pecar a uno de estos pequeñuelos que creen en mí,
mejor le sería que le colgaran al cuello una piedra de molino de las que mueve
un asno, y que se ahogara en lo profundo del mar.
Mateo 18:1-6
Y Jesús dijo: Dejad a los niños y no les
impidáis venir a mí; porque de los tales es el reino de los cielos.
Mateo 19:14
*
La mayor parte de las veces
cuando se nos presenta la Verdad como algo simple y sin complicaciones dudamos
de su veracidad, dado que entendemos que todo lo bueno debe de ser complicado y
difícil de comprender, cuando lo cierto es que sucede todo lo contrario.
Cuando los profanos se acercan a
las grandes verdades buscan encontrar complicados mensajes encriptados en un
lenguaje esotérico que requiere de un prolongado tiempo de aprendizaje; pero yo
os digo que esto no es así en absoluto sino todo lo contrario. Mientras más
dificultosa sea de comprender una idea más fácil es que sea falsa.
Todas las escuelas esotéricas
poseen un determinado argot que es manejado por todos sus iniciados. Argots muy
parecidos unos a otros; pero con las suficientes diferencias para que el
Iniciado de una determinada escuela no comprenda plenamente las enseñanzas de
otra de las escuelas; pero en la que no haya sido iniciado.
La Gnosis no se enseña en dichas
escuelas. Hacedme caso que estoy en lo cierto. Cuando alguien se apunta a una
academia de artes marciales lo hace para aprender a defenderse y hacer
automáticos determinados movimientos para que en determinadas circunstancias, adversas, de agresión pueda salir indemne. Dicho iniciado en las artes
marciales, en una situación de combate, no puede pararse a pensar si tienen que
utilizar una u otra técnicas de combate y mucho menos pararse a pensar como se
denomina este o el otro movimiento defensivo. Resumiendo un experto en Karate lo demuestra combatiendo no realizando un examen teórico.
Al Profano, cuando se acerca a
una determinada Escuela de Misterios verdadera, se le hace aprender unos
determinados conceptos básicos que funcionan a modo de llave con la cerradura
de la puerta que lleva a su consciencia interior; pero una vez que el Iniciado
tiene contacto con su Ser Interno, tal jerga esotérica pasa a un segundo lugar
y termina ocupando un puesto meramente anecdótico.
En un determinado nivel, bien
avanzado, en la iniciación de las escuelas de misterios es incongruente que se
le hiciera pasar al Adepto por unas pruebas básicas que ya pasara, antaño, en
su propia escuela y si ello fuese así, solo demostraría la falta de preparación
espiritual de quienes reciben al Adepto
de otra Escuela. Un Adepto verdadero está capacitado para descubrir a otro
Adepto aunque pertenezca a escuelas de frecuencias vibratorias muy
dispares. Sería como hacer pasar a un séptimo
Dan en Kárate, con el fin de iniciarse en el Taekwondo, por los cinturones más
bajos de dicho Arte Marcial.
La Verdad Esotérica de la Gnosis
es tan simple de comprender que hasta los más pequeñuelos, sin instrucción
académica, podrían entenderla. Por lo tanto, os conmino a ser humildes como
humildes son todos los invisibles y no os arroguéis la soberbia propiedad de
hablar la sagrada e incomprensible lengua de los pájaros o el angélico lenguaje
de la cábala sagrada.
Si intentáis poner a prueba a uno
de los invisibles con dichas pruebas básicas, del significado de determinados y
peculiares conceptos, lo único que obtendréis como respuesta es una rotunda
negativa a someterse a dichas pruebas; pero lo peor de todo es que habréis
demostrado vuestra cristalización en los escalones más bajos de la Iniciación;
dado que no habéis sido capaces de descubrir la sabiduría filosófica del Adepto
en la ingenuidad infantil del verdadero Iniciado. ¿Cómo puede el Tal acercarse
a vosotros que estáis tan atrasados? Se alejará como no puede ser de otro modo.
Por lo tanto, queridos Hermanos y
hermanas, fratres y sórores, amigos y amigas, os insto a ser humildes con el
humilde y desechar la arrogancia en todo momento si queréis disfrutar del
verdadero placer de la sabiduría eterna y que se encuentra en vuestro interior.
Si intentáis colocaros en una posición de supuesta superioridad estaréis
fracasando ante vuestro propio Maestro interno. Estar a la defensiva,
intentando descubrir el error en el supuesto iniciado que se acerca a vosotros
os ciega y no deja ver la verdad. No podréis conocer cuando se acerca el engaño
o la verdad pues habréis ahumado en exceso el óculo de la comprensión y os impedirá
ver lo que se os avecina.
Por lo tanto el consejo de los
invisibles es que abandonéis toda posición a la defensiva y os entreguéis al
extraño. Eso, en caso de ser un falso Iniciado, lo desarmará y lo dejará a vuestra absoluta merced; por el contrario, si se tratara de un verdadero Adepto, no haréis el
más espantoso de los ridículos y del que podríais arrepentiros para toda la
Vida.
Para acercarnos a las cosas del
Espíritu debemos hacernos como uno de esos pequeñuelos de lo que Jesús tanto buscaba
rodearse. Si buscáis conocimiento probablemente os estaréis equivocando, pues
el parentesco entre la Sabiduría y el conocimiento es bastante lejano. Alguien
con muy pocos conocimientos puede mantener en su interior la Sabiduría del
Maestro Interno y, sin embargo, alguien con muchísimo conocimiento es posible
que esté tan lejano de la sabiduría como un rico lo está de poder entrar en el
Reino del Pleroma.
Porque la "sabiduría de este mundo" (el conocimiento) es locura para con Dios; pues escrito está: Él encadena a los (supuestos) "sabios" en su propia necedad.
Corintios 3:19
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OJOS