"Nosotros y nuestros demonios"
-Acerca de la "soledad" que no existe-
Hemos hablado de que la esquizofrenia es una desestructuración de la personalidad.
Hemos hablado acerca de que la personalidad es una Colonia jerarquizada de muchos yoes.
Hemos hablado acerca de que cada célula de nuestro cuerpo posee su propio Yo, conjunto director de yoes, que trabaja, generalmente, de una forma coordinada dentro de una compleja estructura jerarquizada, donde todos los yoes dependen unos de otros y donde unos de esos yoes, la inmensa mayoría, conforman la parte que denominamos inconsciente y otros, unos pocos, la parte que se manifiesta durante la vigilia y que denominamos como consciencia.
Tanto el inconsciente como el consciente, ambos, forman parte de nuestra personalidad; una oscura y desconocida y otra aparentemente abierta; pero tan desconocida como la anterior.
Solo nuestro cerebro posee aproximadamente sesenta y ocho mil millones de neuronas que, se podría decirse, son la Oficina donde trabajan unos yoes especializados en la administración visible de nuestro Ser; éstas células especializadas, son una diminuta porción comparada con las, hasta doscientos trillones de células que puede llegar a tener un cuerpo humano. Estamos hablando de unas cantidades exorbitantes, muy superiores a la de las cuatrocientos mil millones de estrellas que podría tener una galaxia como la nuestra, considerando que un trillón es un millón de billones y un billón es un millón de millones. ¿Todavía sigues pensando que te encuentras solo?
"Demonio’ es un término de origen griego. Deriva de la palabra griega daimōn, que significa ‘ser sobrenatural’ o ‘espíritu’"; un agathos ("buen" en griego antiguo) daimōn, ("espíritu" en griego antiguo), generalmente poseía una relación positiva con los humanos; así, Sócrates decía que un Daimōn (demonio) era aquello que lo inspiraba para decir siempre la verdad.
En ese sentido debemos de entender la expresión de "Nosotros y nuestros demonios"; como esos demonios, espíritus o yoes, que no se encuentran fuera de nosotros; en modo alguno se trata de seres externos a nosotros mismos, como personalidad, sino que son parte nuestra, siendo algunos pocos de los yoes, de esas, hasta doscientos trillones de células que puede conformar un Ser Humano, nuestra Personalidad.
¿Entiendes ahora el por qué la imposibilidad de que podamos estar solos?. Somos, como seres humanos, una suerte de colonias celulares similares a las de los corales; quizá algo más cohesionadas físicamente que los propios corales, las esponjas o las plantas; pero la diferencia, en el sentido egoico y espiritual, es mínima.
La próxima vez que te sientas solo o sola, intenta volverte un poquito más loco de lo que ya estás y habla contigo mismo porque seguro que una cantidad ingente de seres, igualitos que tú, te estarán escuchando y con unas ganas inmensas de conversar contigo. La diferencia entre tú y un loco de verdad, un esquizofrénico, será que tú estarás plenamente consciente de la colonia de seres que tú eres y el loco no lo es, por haber perdido la cordura al no entender qué es lo que le está sucediendo e interpretándolo, de forma errónea, hasta el punto de que seres ajenos a él, parecieran intentar interaccionar con su Yo; sin entender que todos esos seres forman parte de su propia constitución como Unidad Biológica. Exorcizarlos solo servirá para contenerlos, de un modo artificial y provisional, dentro de alguna estructura mental de nuestra memoria inconsciente.
Se posee miedo de nuestros propios demonios por simple desconocimiento, ignorancia; es decir, por falta de Gnósis.
Cuando entendemos de qué se trata todo esto, los demonios pierden ese cariz maléfico que la tradición ignorante le ha adjudicado y que ha llegado, mediante la superstición, hasta nuestros días. Lo que conocemos como posesiones, ya sean demoníacas o interdimensionales, son el producto de la obsesión de una personalidad demasiado férrea y limitada por sus propias barreras, que piensa que solo existe ella, que no exista nadie más allá de su limitada y encerrada estructura.
Digamos que la personalidad es una parte fundamental del puesto de control de la maquinaria compuesta y biológica que es el Ser Humano. Si esa estructura jerarquizada que es la personalidad, no posee una suficiente iluminación, como para conocer qué es ella y de lo que forma parte, tenemos una personalidad completamente ajena a todo lo que la rodea y de lo que ella misma forma parte; en tanto que ha creado, en torno a sí misma, una barrera de miedo constituida con ladrillos de ignorancia.
Cuando la personalidad, su Ego director, habla consigo mismo; en realidad lo está haciendo con otras partes de lo que conforma su Ser más amplio. Está hablando con otros miembros de la Colonia celular; está hablando con sus hermanos y reconociendo que ella, la jerarquía administrativa, solo es una parte más, muy importante evidentemente, de una Colonia tan numerosa como las estrellas existentes en miles de galaxias.
Nuestra intención, aquí, ha sido presentarte un panorama lo más abierto y amplio posible de lo que tú eres como individuo. Un Individuo que, por otra parte, es una diminuta parte de otro colectivo mayor, la humanidad, la cual también es solo una unidad existencial de otro colectivo mayor denominado como animales mamíferos, los cuales somos una unidad celular de un colectivo mayor, los animales y, así, progresando, llegamos a vislumbrar cómo está constituido el conjunto del Universo. No somos seres separados unos de otros, sino que, siempre, estamos interactuando, como células de vida que somos, en una unidad mayor y que esa unidad mayor no es más una célula del Cosmos, siendo éste una célula del propio Creador, del propio Dios. Todos, en conjunto, formamos parte de esa Inteligencia Universal que los gnósticos conocen como el Pleroma, la plenitud de la Existencia y de la que, tanto la "Estructura", como la "Vida" y la "Inteligencia", en tanto que trinidad inseparable, forman una unidad holística indisoluble e inquebrantable; es decir, tú, como estructura de células con sus yoes jerarquizados, sois no sólo una creación sino también el propio Creador; es decir, Dios.
¿Todavía te sientes solo?
Si te gusta la soledad, lo siento mucho Amigo mío; pero tengo una mala noticia para tí. Es imposible que, en algún instante, puedas estar solo. El sentimiento de soledad es eso, un sentimiento, no una realidad. Un sentimiento que procede de una identificación, en exceso cohesionada, de los miembros que forman la estructura de la personalidad y que, por ello, no es capaz de entender que no son un único individuo, sino un colectivo, una multitud. Y en ese afán de identificación individual, ha creado una suerte de barrera de hierro en torno a ella, la Personalidad, convenciéndose a sí misma, de que ella es única y que no hay nada más que ella. Esa es la arrogancia del Yo que no es capáz de ver más allá de sus propias narices.
Ábrete a la Luz y comprenderás la verdad no solo de lo que tú eres sino también de la multitud de lo que te rodea. Una multitud de la que tú mismo eres parte consustancial; pero de lo que tú no podías ser consciente, en tanto que, tú mismo, en algún momento, te colocaste una venda en los ojos.
Tú no solo eres tú, sino que eres Legión, una multitud, y jamás podrás estar solo; así es que, lo mejor que puedes hacer es abandonar ese sentimiento artificial y prefabricado de soledad y conversar contigo mismo, con esa Legión de demonios, de la que tú, en tanto que personalidad, eres algunos de ellos y que, entre todos, formamos aquello que denominamos como Dios, el Gran Arquitecto del Universo, el Pleroma, la Totalidad o Consciencia Cósmica Universal; en suma la Inteligencia Eterna de la que emana, continuamente, todo aquello que viene a existir.
Aralba R+C