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miércoles, 20 de octubre de 2021

Lección 38, Cuarto Grado, Primera Orden

 "La fascinación Rosacruz"


-Un Imperio de entelequias-


En alguna ocasión nos han preguntado de donde venía nuestra obsesión por el Tema Rosacruz. "Algunas veces parece usted más un detractor que un verdadero divulgador". Espere, espere mi amigo; primero y para entendernos habría que concretar lo que es, en verdad, la Rosacruz.


Los años y nuestra experiencia vital nos ha enseñado que la Verdad es un bien precioso; pero muy, muy escaso. Vivimos en un Mundo de mentiras entremezcladas con verdades a medias donde todo, todo, resulta muy confuso y uno termina por no saber el qué creer.


Te miente la Historia, Te mienten en la escuela y en el Trabajo y la mentira, como el dinero, son el becerro de oro al que la humanidad rinde pleitesía. En demasiadas ocasiones, si dices la verdad eres visto como un tonto y pobre ingénuo.


Mire mi amigo, le contaré un secreto que creo haber contado desde otras perspectivas. Yo llegué a la Rosacruz un poco por rebote, desencantado con la Iglesia Evangélica a la que yo acudía. Sí, entendía perfectamente que se hubiese producido la Reforma Protestante; pero me dejaba descolocado el que esa Reforma no hubiese sido más profunda; es decir, que se centrara en lo espiritual en lugar de seguir mirando hacia la falsedad de los mitos milagreros y mundanos.


Lo que me encontré en la Rosacruz era algo así como los mitos de Marvel o DC Comics. Eran unos mundos de maravilla; pero que mi natural raciocinio me decía que no podían ser verídicos. Esa impresión terminó convirtiéndose, con el tiempo, en una certeza; pero eso solo era la rosacruz que yo conocía entonces. Mire, esa rosacruz chiquita o esas rosacruces chiquitinas no dejaban de ser otra cosa que las puntas de un iceberg infinitamente más grande. Esas puntitas eran todas engaños, falsedades y embustes infumables para cualquier Mente analítica; pero todos esos piquitos, por debajo del agua; es decir de la realidad visible, ocultaban una Verdad enorme y completamente desconocida.


Había algo en el nombre de la Rosacruz que nos atrapó y ya nunca pude abandonarlo. Es cierto lo que usted dice. Efectivamente, somos muy crítico con todas las asociaciones rosacruces existentes y mucho más con sus dirigentes y, muy especialmente, con sus fundadores. Por más que mirara para un lado o para otro, solo podía contemplar intereses espúreos arropados de algún tipo de romanticismo trasnochado.


"pero entonces, mi amigo, porqué usted no ha abandonado ese Nombre que representa al Imperio de la Mentira de la que nos habla" Sí, tiene usted algo de razón; pero me quedaba la esperanza de encontrar unas pocas perlas de verdad hundidas en el lodo de las medias verdades, las fantasías y las invenciones.


"¿Las encontró entonces?" Pues verá, después de tanta ficción y tras leer las pocas y legítimas obras rosacruces; es decir, la Fama, La Confessio y las Bodas, algo me tenía navegando entre dos aguas, pues, por lo que veía, parecía existir otra Rosacruz que no poseía algún tipo de visibilidad y esa, resultó ser la auténtica; pero una Entidad auténtica en el Imaginario colectivo y en la Historia; pero inexistente en el Mundo Real.


Verá usted, un buen día encontré un pequeño pero gran libro y que terminaría convirtiéndose en nuestro libro de cabecera: "El Iluminismo Rosacruz" de Francés Amelia Yates. Mientras más lo releía me daba cuenta de que yo siempre había tenido razón en considerar que la Rosacruz era algo mucho más grande y mejor que todas las organizaciones que, en la Historia, habían surgido al amparo de tan bello nombre.


"pero, Hombre de Dios, cómo puede usted ir contra corriente. Abandone de una vez ese nombre lastrado y mancillado de la Rosacruz y cree su propia escuelita, no sé la Escuela por la Verdad de Aralba, que se yo". Señor mío, no me da la realísima gana, así se lo digo. Los Molinos no son gigantes por muchos quijotes que existan hablándonos de un ejército de gigantes. 


Un tomate es un tomate y un jugo de tomate es otra cosa distinta, mi amigo. ¿Qué culpa tiene el tomate de que lo arranquen de la Mata, lo trituren y lo metan en una lata para venderlo? Pues del mismo modo, la Rosacruz, la verdadera, la auténtica, la legítima no tiene culpa de que falsarios y desaprensivos hayan tomado su nombre para construir un imperio de fantásticas mentiras.


La Rosacruz subsiste, esclavizada, por demonios debajo de una capa de azufre y de ollín. Lo que intento hacer, como hiciera Cervantes respecto de Alonso Quijano de su locura, es rescatarla de su esclavitud y devolverla a su verdadero esplendor.


Un esplendor que históricamente, debo de reconocerlo, fue efímero, pues la Rosacruz reflejada en los manifiestos, jamás llegó a cuajar en una estructura física quedando, como mucho, en un movimiento social e intelectual; de ahí que Amalia Yeats, denominará a su Libro como "Iluminismo Rosacruz"


Nuestro Hermano Mayor, Cristo, Ser Interno o Ángel Guardián nos encomendó la Obra de sacar a la luz la Verdad sobre la naturaleza real de la Rosacruz. Esa Rosacruz que muy poquitos conocen. Esos en los que, en su corazón, bailan un generoso vals el Christos y la Rosacruz; pero es un baile tan intenso y tan veloz que no sabes dónde termina la Rosacruz y comienza Christos.


Sí mi Amigo, esa obsesión por lo que representa la Rosacruz, dentro de la Historia del Cristianismo, me ha hecho comprender, mediante el corazón y la razón lo que es, en verdad, el Cristianismo Gnóstico. El Cristianismo que no se basa en las meras creencias supersticiosas del yo te lo digo y tú te lo crees, sino de la Fe que surge de la Gnósis interna o Intuición. Ese conocimiento que nunca aprendiste en escuela alguna sino que vino contigo y estaba contigo antes de que inspirases el primer aliento de vida al salir del seno de tu madre.


Reconozco nuestra tozudez en intentar rescatar a lo que la mayoría de los historiadores considerarían como un cadáver histórico que ha sido repetidamente falsificado para vender algún producto que nunca representó la verdadera Rosacruz. 


Y en esa estamos y, es por ello mi querido alumno, que tú qué has viajado mucho por estos vericuetos complicados del Rosacrucismo, aún sintiendo un pequeño poso del Rosacrucismo conocido, ves en nuestro trabajo que de esas, supuestas, rosacruces, tiene bien poco.


Te voy a contar mi último o penúltimo secreto. Siempre tuve la ilusión de que con nuestra trabajo herético y transgresor, nos contactara un verdadero y auténtico Rosacruz, en verdad no conozco a ninguno, y me dijera, venga Aralba, ya es hora de que conozcas la verdadera Rosacruz; pero mucho me temo que eso, siendo racional, jamás pasará y es, por ello, que humildemente intentamos rescatarla de su invisibilidad y de los truanes que la mantienen maniatada y prostituida para ponerla al alcance vuestro y mío.


Y en eso andamos.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C