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domingo, 15 de diciembre de 2013

¿Qué cosa es el Guardián del Umbral?


Ríos de tinta han corrido desde tiempo inmemorial para definir a este curioso personaje que en alguna ocasión se nos ha presentado aunque no lo recordemos o simplemente no hayamos sabido reconocerlo. 

El Guardián del Umbral no es alguien, es algo que se nos presenta en alguna forma con el fin de dejarnos pasar o no a planos diferentes del material y ello sucede, generalmente, mientras dormimos o nos encontramos en un estado de visualización meditativa. En algunas culturas legendarias lo conocían como la esfinge.

El Guardián del Umbral ¿es un Ángel o un Demonio? Si un Demonio, acaso ¿incubo o subcubo? Acaso, quizá, ¿una mera ilusión o engaño de nuestros sentidos internos?

El Cuerpo del Ser Humano no es otra cosa que un dron, un androide biológico o montura que es cabalgada por un extraordinario Ser extraterrestre, interdimensional, eterno e inmortal. El caso del Signo zodiacal de Sagitario es muy ilustrativo: Ser Humano sería de cintura para arriba y animal, el homínido bípedo en este caso, de cintura para abajo.

Sabiendo esto, hay que recordar que el Alma está constituida de dos partes que se encuentran permanentemente soldadas, el Alma inmortal, Ego y que pertenece al extraterrestre que nos debería gobernar y el alma mortal, donde reside el yo o ego, que no es otra cosa que el conjunto de personalidades, a modo de capas de cebolla, que conviven, como células, órganos, virus, bacterias y otras criaturas, en el Cuerpo de nuestro simio evolucionado. 

Por favor que se les quite de la cabeza que cuando se eleven a los otros planos se llevarán el androide con ustedes. Eso es imposible, dado que el nivel vibratorio del conjunto del Organismo denominado hombre es incompatible con otras dimensiones salvo el Mundo físico y visible que conocemos.

Muchos de nosotros somos inducidos por nuestra Chispa de espíritu divino o átomo simiente y por la Metanoia, que no es otra cosa que una permanente radiación electromagnética cargada de información procedente del Pleroma, el Mundo Original Celestial, y que se nos muestra en forma de neutrinos. Dependiendo de nuestro estado de Transformación, como Evolución lo conocen algunos, dicho lamento divino puede o no atravesar las capas de cebolla y llegar al núcleo donde se encuentra profundamente inactivo, dormidito, el Extraterrestre que debería de gobernarnos y no lo hace.

Supongamos que alguien que aún no ha despertado su chispa de espíritu empieza a realizar ejercicios con la intención de traspasar el plano visible para comunicar con los planos invisibles. En ese caso, no habiendo despertado su chispa divina, y dado que no está preparado para navegar por dichas dimensiones, ajenas a nuestro espacio temporal, se producirá un choque brutal, que a modo de muralla repulsora lo devolverá a su realidad material. Este hecho es percibido someramente por la chispa de Espíritu y lo muestra a la personalidad que ha intentado el hecho, sea en estado lúcido o en duerme vela, como una dramatización simbólica terrible con el fin de que no se repita dicho experimento mientras no se encuentre preparado.

Es evidente que cuando la Chispa de Espíritu es tocada por los neutrinos procedentes del Pleroma, este hecho no acontece del mismo modo, para la personalidad, y la experiencia que transmite el Extraterrestre es el comienzo de algo novedoso en la vida del Candidato a la Iniciación. Entonces surge la verdadera Fe, la Gnosis o evidencia indudable de haber experimentado la Verdad aunque no sepa explicar el porqué. Y esto es así porque quien ha sintonizado con la cuestión, no ha sido el alma o ego, que pertenece a la materia orgánica, sino el Alma que está unida al propio Espíritu o Ego.

Cuando la transformación de la crisálida humana no es total, es decir cuando el recien nacido espiritual solo es un lactante; es posible que la experiencia venga por el lado de la personalidad inferior o de la superior y entonces tenemos las experiencias del Ángel de la Guarda o del Diablo tentador.

Por regla general a los varones, por experiencia propia y según dice la Tradición, el Guardián del Umbral se les presente en forma de una mujer bellísima pero siniestra y armada con una espada cristalina o de un fiero gato negro como el azabache. Del mismo modo a las hembras se les suele presentar como un Caballero siniestro y de gran porte o una serpiente multicolor. ¿Por qué esto es así? No lo sabemos y no es que no se nos pueda presentar de otros modos diferentes como en forma de la Parca o de otros monstruos inenarrables y siempre de una siniestra belleza.

Como vimos, el principal impedimento para que el Espíritu inmortal que llevamos a nuestra grupa despierte,  es la cantidad de capas de personalidad de baja vibración que llevamos con nosotros. Esto, la Tradición occidental lo achaca al conocido como Karma y que no es otra cosa que haber realizado una Vida cargada de triste y lamentable materialidad. ¿Las vidas pasadas de nuestro Espíritu simiente tienen algo que ver? Tradicionalmente, desde oriente, se ha venido considerando así; pero con lo que sabemos hoy, en este momento podemos decir taxativamente que no. 

Lo que sucede es que el Espíritu se encuentra tan aprisionado en el interior del Simio que no puede responder a la llamada de la Metanoia que le traen los neutrinos de mas allá del cosmos visible y dado que, como el ego no es el anfitrión adecuado es rechazado por otros planos vibracionales diferentes al suyo propio. Por el contrario si quien hubiese respondido es la porción del Alma que pertenece al Espíritu inmortal, podría haber traspasado cualquier nivel dimensional independientemente de la frecuencia vibratoria que tuviese, dado que solo el Ser Eterno y esa Chispa que le pertenece, pueden moverse libremente a través de todas las dimensiones. 

Reconozco que es un asunto bastante complejo y tan difícil de explicar como de comprender por quien no se encuentre preparado para recibir esta enseñanza; pero diremos algo más: Los incubos y subcubos no son otra cosa que experiencias de nuestro subconsciente, por lo tanto de nuestras almas y cuando esas relaciones, siempre simbólicas, se producen con monstruos o demonios peludos la experiencia la ha tenido el ego material; pero cuando la relación ha sido con ángeles de luz y dioses imberbes la experiencia proviene de la Chispa de Espíritu que se encuentra en periodo de despertar o recien despertada.

Solo el verdadero Iniciado, quien ha rendido su ego al despertar del Ego, es capaz de responder a las tres preguntas de la esfinge y vencer al Terrible Guardián del Umbral pudiendo así traspasar el velo de la materia en vida. Es evidente que quienes no posean chispa de espíritu inmortal todo esto les sonará a chino, dado que jamás pasarán por la experiencia de enfrentarse al Símbolo de nuestra Protección, pues ellos son de este plano y cuando mueran simplemente regresarán a él y nada ni nadie podrá recuperar su consciencia salvo el propio Pleroma, en la Forma de Adám Kadmón y solo en el día del Juicio Final; es decir, el Día que se baje el telón de esta cósmica Obra de Teatro que la Vida es, porque ese Día nada ni nadie se perderá. La memoria de los eternos evidentemente que no; pero tampoco las vivencias que hayan quedado grabadas  en el Eter del que está compuesto todo el Cosmos, tanto el visible como los invisibles.

Querido Amigo y Amiga, conociendo esto que se os adelanta en esta reflexión, es tontería tener miedo a enfrentarse con dicha Entidad, dado que ella es nuestro Protector y nada malo nos puede deparar; pero si el miedo invade nuestra alma inferior, es posible que la Personalidad recree nuevas capas de cebolla para impedir que la negativa experiencia pudiera volver a repetirse; luego entonces, aprendamos de nuestras más terribles pesadillas sin miedo a la repetición mencionada. Cada encuentro con el Guardián del Umbral debe servirnos para aliviar las capas inferiores del ego y que los neutrinos del Pleroma alcancen, con su cósmica información, al eterno durmiente que mora en nuestro interior; dado que dicha Metanoia es su alimento natural y con el que podrá seguir creciendo.

Ya somos mayorcitos para seguir antropomorfizando los símbolos que se nos muestran de otras dimensiones, sean planos inferiores o superiores; dado que todo está en nuestro Interior. Todas las experiencias que vivimos son producto de nuestro Dios interior. Algunos vienen a decir que un Ángel Guardián, Hermano Mayor o Maestro Accendido les dicta sus enseñanzas y lo dicen como si se tratara de algo ajeno y separado de ellos y esto simplemente no puede ser. 

Si se pone en contacto con nosotros una Entidad superior que se auto denomina como Hermano Mayor o de otro modo, con cualquier nombre, no dudemos que se trata de nuestro querido Extraterrestre interior y de nadie más. La enseñanza que pueda mostrarnos nuestro Ser interno es infinita, dado que tiene acceso a toda la información que se encuentra en todas las dimensiones, en todos los seres dado que Todo somos Uno y él es Todo.

El Demonio que nos tienta, el Ángel que nos protege, La Entidad que nos asusta para que huyamos y el Ser de luz que nos da la mano, a modo de bienvenida, para que lo acompañemos a otros planos de existencia, no dejan de ser más que tú mismo; pero tu Yo más transcendente que se muestra de dicho modo.

Durmamos con tranquilidad y buen sueño, dado que lo invisible no puede hacernos daño en este Plano de existencia y si llegamos a tener alguna experiencia del Tipo Guardián del Umbral, sepamos afrontarla con valentía porque de ello depende nuestra definitiva Transformación de Crisálida durmiente en divina Mariposa activa.

Nosotros pensamos que lo que denominamos nuestra consciencia, nuestra personalidad pensante, es nuestro ser interno más superior; pero eso no es así. Se trata solo de una herramienta que debe aprender a doblegarse ante su jinete, su divina Consciencia que está despertando de un larguísimo sueño. Vivamos a partir de ahora no para nosotros mismos sino para él con el fin de que el crecimiento sea progresivo; y aunque lento, sin pausa hasta que esté capacitado para tomar las riendas del androide simiesco que somos en apariencia.

Enfrentémonos, sin miedo, al Guardián del Umbral y riámonos en su cara. Se desvanecerá, se apartará y nos dejará pasar para que de una vez por todas podamos regresar a nuestro verdadero Hogar Celestial y compartamos nuestra experiencia con el resto de nuestros divinos hermanos.

OJOS